viernes, 9 de septiembre de 2016

Visita al Cementerio de Recoleta

Nunca rompas las reglas
La noche se cernía sobre nuestras cabezas y nosotros ya estábamos quebrantando la primera regla. Las lapidas se alzaban a nuestros costados, y nuestro circulo era iluminado por velas de distintos colores.
Nuestros dedos estaban unidos, juntos sobre la copa, mientras nuestras voces sonaban al unísono:
-“Yo te conjuro, círculo del poder, para que seas mi límite entre el mundo de los hombres y el mundo de los espíritus…Nosotros te invocamos”- las velas se apagaron y ahí fue donde todo comenzó.
Recuerdo que al otro día nuestros nombres estaban en todos los noticieros, todo el mundo hablaba sobre un supuesto asesinato, pero como puede tratarse de un asesinato cuando el asesino ni siquiera está vivo. Recuerdo el dolor y el miedo. Lo último que recuerdo es cuando me pregunte si yo realmente estaba allí, viendo aquellas noticias o compadeciéndome por los que murieron.

Ese día fue mi último recuerdo.

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